viernes, 16 de noviembre de 2012

Yo creo



Creo que hay una fuerza de atracción a través del universo, los científicos lo llaman gravedad, los románticos amor y yo creo ambos están en lo correcto
Creo en Dios, Allah, Jahveh, Brahma. Creo que Jesus camino en el agua y que Mahoma dividió la luna. Creo que Buddha llego al nirvana a través de la maestria de las cuatro nobles verdades, creo que Shiva es un bailarín cósmico con 4 brazos que busca destruir nuestro universo y prepararlo para renacer. Creo en el ADN que forma mi cuerpo.
Creo en Santa Claus, en el colegio de pascua, Bugs Bunny, creo en superhéroes, creo en fantasmas y duendes, creo en la magia.
Creo que los átonos son los ladrillos de la materia, creo que una molécula de agua contiene un átomo de oxigeno y dos de hidrógeno conectados por enlaces covalentes. Creo en los cromosomas, en la mitocondria y en el citoplasma. Creo en el diseño inteligente y también en el estúpido.
Creo que la vida empieza por concepción, creo que comienza con nacimiento, creo que comienza en preparatorio, en la pubertad, en la graduación, en el retiro y en la muerte. También creo que nunca comenzamos a vivir.

Creo que la risa es la mejor medicina y que la penicilina es la segunda mejor, creo en el efecto placebo
Creo en el hecho de que los dinosaurios habitaron la tierra, creo que los niños son el futuro y creo que los robots son el futuro de nuestros niños y también creo que los teléfonos inteligentes un día dominaran al mundo
Creo en cada mentira que he dicho, en cada chiste que he contado, en cada promesa que me ha hecho un político, creo en cada cosa que he leído en wikipedia
Creo que el conocimiento es poder, la ignorancia un defecto, creo en cada proverbio, cada cliché, en cada contradicción, creo en las paradojas. No creo en nada, pienso que “nada” es sagrado, creo en el nihilismo y creo en los nihilistas
Creo en la ley y el orden, en el caos y la anarquía. Creo en que las cosas malas les pasan a las personas buenas, pero no quiero que le pasa mas nada a mas nadie nunca.
Creo que cada cosa pasa por una razón, creo en el karma, creo en el destino, creo en el libre albedrío, creo en los milagros
Creo en ti y en como vas a leer esto con tus propias palabras y maneras, se siente bien.


Creo en la física, en la metafísica y en el infinito, creo que todo es real.
Creo en la repetición, creo en la repetición, creo en la repetición.
Creo en el poder de la retorica.
Creo en los mantras y cuando me pregunten cual es tu mantra diré “yo creo en todo”

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Amor vincit omnia, el amor lo vence todo

-->

Amor vincit omnia, el amor vence todo, o al menos así dice el dicho. Ese hermoso hecho de creer, desafortunadamente, llego ese día.
Ese día en que se convirtió en realidad, de repente el amor venció todo, literalmente, funciono, realmente funciono. 

Comenzo a pasar, eso raro que sentías por la novia de tu amigo, que tenias bien oculto. De repente ella empezó a sentir lo mismo. Esa atracción que ella sentía por el muchacho del siguiente cubículo, el amor venció ahí también. Un día te atendió una mesera muy atractiva en un restaurant y el amor lo logro ahí también, funciono con ese amor que tuviste una vez, el amor volvió a vencer con esa ex que te dejo humillantemente, repentinamente el amor venció. Tu los amabas y ellos te amaban. Amor vincit omnia

Las cosas se complicaron, obviamente, amabas a la novia de tu amigo y ella te amaba porque tu la amabas, pero también amaba a tu amigo que también la amaba, pero de repente tu amigo confusamente amaba a otro amigo y ese otro amigo amaba a una compañera de trabajo que lo amaba de vuelta y esa compañera amaba a un jugador de fútbol que amaba a otro jugador y así seguía la cadena.

Confusión en masa fue el resultado, además de una especie de disturbio amoroso, había ménages à trois, ménage à quatre,  ménage à neuf y ménage con otros números franceses que no conozco. Tiempos emocionantes, pero tiempos peligrosos, tanto libertinaje y sexualidad/amor descubierto, era como Europa pero peor.
Ahora se mandaban demasiadas cartas de amor, se mandaban demasiadas fotos “sexy” por teléfono, demasiados ambientes con velas y pétalos de rosa en las camas. Todos se amaban entre todos, las festividades eran un desastre ¿Con quien pasar navidad? ¿Con quien pasar el día de los enamorados? Demasiado complicado

Maldita sea, dijimos todos. “Esto es un desastre”

Así que decidimos cancelar el amor, se acabo el amor, se supero el amor. Se acabaron los “test de amor” en las revistas, la gente estaba harta.

Decidimos cancelar el amor, por leyes, congresos y decretos firmados por  presidentes. Ahora las conversaciones eran sobre temas tontos, nada que creara lazos, nada de coqueteo. Temas simples como la familia, cosas materiales tontas y el trabajo
Todo esto fue apagando ese ardor apasionado de nuestros corazones, el amor estaba oficialmente cancelado, cancelado como una mala serie de televisión, como un partido de baseball por lluvia.

Así que por ley, la estimulación física se limito a encuentros sin emoción en baños, discotecas, “encuentros de una sola noche” en apartamentos, paradas de autopista, parques nacionales y así.
Algunas personas sintieron que prohibir el amor era una mala idea, muy mala idea. “¿prohibir el amor?” “¿cómo se atreven?” y tenían razón ¿Quiénes nos creíamos nosotros para hacer eso?
Por otro lado, había gente que sentía que era buena idea “El amor era una molestia” decían “Los divorcios, muertes trágicas, relaciones a larga distancia, los corazones rotos. Adiós a todo eso”


¿Buena idea? ¿mala idea? Un debate complicado, porque sin amor la mayoría de las personas estaban enfermas de tanto sexo casual. (esto sorprende ¿no? Porque nunca pensaron que podrían cansarse o enfermarse, pero estaban equivocados)


Y por otro lado, sin sexo, no se “producirían” niños, el mundo se despoblaría y adiós a todo, esa escena simbólica de la “bola de ramas” llevada por el viento en las películas de vaqueros, seria la escena mas vigente. ¿Mala idea? ¿buena idea? Pero bueno quien sabe, si todos nos morimos no habría con quien debatir, además, no deberíamos debatir por el amor, si es lo mejor o lo peor o si tal vez tenemos un mal concepto de el. 

Fíjate que si el amor venciera todo y lo prohibiéramos luego, no habría con quien debatirlo y mucho mas importante, no habría a quien amar.